El 1998, surge desde la Jazz cava de Vic la idea de crear un festival de jazz, para dar a conocer el trabajo realizado por la entidad y con la voluntad de acercar el jazz a toda la ciudad y de esta manera conseguir que más gente se interese por esta música. Durante las primeras ediciones, el festival no tiene aún unas fechas en el calendario ni tampoco una línea artística definida, ya que la idea es potenciar la actividad de la temporada en la cava y el festival es una manera de promocionar esta actividad en la comarca.
A partir de la quinta edición, el festival incorpora una dirección artística que confía claramente en la internacionalización del festival y opta por una línea de programación más concreta. Esta idea, la de tener una personalidad propia dentro del panorama de festivales de nuestro país, se va madurando durante las siguientes ediciones, y se concreta a partir de la octava edición dónde, por una cuestión de gustos y intereses comunes en determinados artistas o géneros jazzísticos por parte de los socios encargados de la dirección artística, el festival apuesta por las nuevas tendencias del jazz, ya sea programando artistas de nueva generación, cómo grupos o solistas que representan alguna novedad en el panorama.
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